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¡LA CALLE!
- julio 31, 2023
- Publicado por: José Tomás Cortés Díaz
- Categoría: Reflexiones
Primero la calle, ¡luego el cuadrito, después la cancha del barrio hasta llegar al ansiado y soñado estadio! La “calle” es el lugar del malabarismo, el murito, los túneles, el sombrerito, ¡y claro! la que no puede faltar, la bicicleta. Es el lugar donde surge el “diferente” aquel que no le teme al riesgo, ese que excede todo límite de autoconfianza siendo incluso peligroso.
Domingo por la mañana, hay juego y Manacho llega con sus tenis nuevos, meros Croydon de bota, aquellos viejitos que protegían el tobillo de las torceduras y las patadas porque la calle es “zona de alto riesgo”. Allí estaban chepe, el Pelao, Eduard, Olveri y muchos otros que conforman el equipo de sus amores, el Sporting, sin embargo, Manacho no juega. ¡La excusa! es muy joven, está biche para estos cotejos entre cuadras, esto es pa’ guerreros. Así como todo en la vida, la calle define el territorio, decide quién manda y se lucha con sudor y sangre. No obstante, Manacho sabe que esta es su oportunidad, y que un día el Sporting se rendirá, y él estará en los grandes estadios.
¡Esto es la calle!, por eso se juega con todo: mano, cabeza y corazón; en palabras de Pestalozzi, se mete y se sigue metiendo, mientras haya que meter. En la calle, el ambiente se inunda de confianza, de protección, de equipo. Surge la creatividad, la malicia, aflora la fantasía, hay abrazos y felicitaciones para el parcero, porque sí una no sale, la próxima sí. Hay confianza, nace el delirio, por eso el jugador callejero es atrevido, no se preocupa de esquemas y modelos,
entiende que si le marcan dos, para ganar hay que marcar tres.
Aunque es paradójico que los grandes entrenadores de los grandes equipos reclamen a los callejeros, ¿será que extrañan al diferente? La calle te hace fuerte, bravo, rudo, inmune al dolor y muy persistente. Pero, la calle tiene límites, hay ausencia de estructura, de disciplina táctico – estratégica, de jugar en forma interdependiente y, muchas veces un gran desinterés y poco talento para aprender.
Ganar, y jugando bonito, es el sueño soñado. ¿Pero, cómo llevar la fantasía de la calle a la eficiencia en el juego? Esta es la pregunta de las preguntas. Tal vez, solo tal vez con buenos ambientes de aprendizaje que permitan aprovechar su esencia y potenciar su bagaje técnico y riqueza mental adquirida en la calle.
José Tomás Cortés Díaz
Entrenador
Diciembre 2022